"Patera Requiem", de Alberto Miralles

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Obra dramática para la actividad anual

PATERA. REQUIEM de Alberto Miralles

Personajes
MADRE
NIÑO
MORO
SUBMARINISTA
GUARDIA CIVIL
ARTISTA
INTELECTUAL ACOMPLEJADO 
CIUDADANO MEDIO 
METEORÓLOGO
LA SITUACIÓN INSOSTENIBLE 
NOVIA BLANCA
NOVIO BLANCO

La Luna escarcha de luz azul una patera a la deriva. Es una vergüen- za una estética tan sutil.
Para los que no soporten el horror de la actualidad, tan escasamente armonioso, se sugiere cambiar la patera por «La balsa de Medusa», de Gé- ricault. El arte nos eleva, pero, desgraciadamente, no es por mucho tiempo, porque la realidad nos desciende. Por eso se expone en museos cerrados.
Música vibrante del «Réquiem» de Verdi (Dies irae).
La intención musical debe ser una progresiva fusión entre la música religiosa cristiana y la árabe.

MADRE.– Mi hijo ha nacido en el mar. Su piel apenas esconde
la orografía de sus huesos.
Mide 40 centímetros y pesa un kilo con ochenta gramos; éramos 24, sólo quedamos tres.
Pronto no quedará ninguno.

NIÑO.– No te lo reproches, madre:
así he dejado de empezar a sufrir.

MADRE.– No puedo desnacerte, mi niño de ébano
y quisiera desmorirte,
oyendo la voz del almuédano.

NIÑO.– No quiero nacer, madre,
no quiero;
déjame ser mudo, sordo y ciego, 
que no quiero ver ni coger el miedo.

MADRE.– ¡Qué ancha es el agua! 
¡Qué profunda debe de ser! 
y yo no sé nadar.

(La tormenta arrecia.)

MORO.– Rezo a mi dios sin imagen.
Aláh ak-bar, Alá ak-bar [Dios es grande].
Ya se han visto tiburones en estas aguas. 
Antes no había tiburones.
Pero ellos van a donde hay comida.
Y nosotros, que buscamos comida, somos su comida.
Aláh ak-bar, Alá ak-bar.

(Como el ojo maligno de un cíclope, un foco rastrea el 
agua. Se oye un helicóptero con su zumbido rasgado. 
La voz, distorsionada por un megáfono, parece escupir 
frases inconexas.)

MEGÁFONO.– No intenten alto huir bote al pairo 
detenidos repetimos no huir quietos 
quietos no no interceptados 
Resistencia, no, no

(La voz se aleja y con ella el ruido del helicóptero.)

SUBMARINISTA.– Pertenezco al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas
de la Guardia Civil.
Recupero muertos en el fondo del mar.
Hago mi trabajo y procuro hacerlo bien.
Pero cuanto mejor lo hago, más cadáveres recupero.

NIÑO.– 
Patera sólo tiene tres sílabas 
pero, a veces, caben más,
y todos llegan muertos.

MORO.– Inmigrantes, indocumentados, ilegales 
inadmitidos, pateros, moros y negratas. 
Pero yo me llamo mucho más:
Alí.

GUARDIA CIVIL.– Vigilo las costas. Estas costas de luz, 
faro engañoso para los que vienen con los ojos abiertos, y son cegados 
por el destello.
Se juegan la vida y muchos mueren.
Yo hago mi trabajo y procuro hacerlo bien.
Pero me siento mal deteniendo a los que llegan a la meta. 
Porque han vencido en la carrera del agua,
pero han perdido en la lucha por la vida.
Dejad de venir:
No quiero ser el límite de vuestras ilusiones.
No quiero ser el sepulturero de vuestra tumba líquida. 
No quiero deciros adiós, antes de que lleguéis.

(Se oyen los tambores ensoñados de un ritual.)

MADRE.–  Con los nombres que os damos 
se podrían hacer canciones: 
«Camerún, Sierra Leona, Nigeria, Mali, Angola.»
Los nombres a donde vamos nos parecen oraciones.

ARTISTA.– Veo arte donde hay horror. 
Es mi castigo.
Los artistas somos así: 
denunciamos el horror
y eso nos hace famosos.
Aquí todos nos beneficiamos de ellos, menos ellos.
Los negros hacen artesanía,
no son un peligro para mí,
que soy artista.

(La voz del ARTISTA queda de fondo repitiendo soy ar- tista, soy artista...)

NIÑO.– No es que estemos mal hechos para esta clase de vida 
Es esta clase vida la que no debería hacerse para nadie.

INT. ACOMPLEJADO.– Como intelectual,
veo el tema muy complejo.
Yo no soy racista. Ni xenófobo. 
No creo en fronteras.
Pero vienen a cientos,
vienen a miles
y no estamos preparados. El tema es muy complejo.

(La voz del INTELECTUAL se contrapuntea con la del ARTISTA, repitiendo «el tema es muy complejo», «el tema es muy complejo»...)

NIÑO.– Sois ricos porque nosotros pudimos serlo. 
Os llevasteis lo que ahora venimos a buscar.

ARTISTA.– El número de muertos debe ser proporcional 
a la ambición del arte que inspira.
Hacer arte sobre menos de un millón de muertos, 
es una mediocridad.

METEORÓLOGO.– Habrá lluvia intermitente, 
en las Azores, anticiclón;
la luna, ya saben, creciente: 
báñense con precaución.

CIUDADANO MEDIO.– Soy un hombre normal,
blanco, eso sí.
El problema no lo denuncio yo
que nada sé.
Lo dicen los políticos y la prensa.
O sea, todos.
Hechos: el 74% de los encarcelados son extranjeros. 
Si lo dicen ellos, que sí saben,
será porque es verdad.
Vienen en oleadas.
Primero cien, después mil
y luego más. Y otra vez.
Y éstos llaman a aquéllos.
Son demasiados.
Y los que vienen aquí
son los que rechaza su país.
Con ellos aumenta la inseguridad,
hay más prostitución,
más barata y sin higiene.
Y suciedad en las calles.
Se crean barrios marginales.
Malviven.
Nos quitan oportunidades
Ellos se llevan el presupuesto
que nosotros necesitamos
porque vienen sin educación
y hay que dársela.
Porque vienen sin salud
y hay que dársela.
Pero no se integran
y destruyen nuestras costumbres.
Yo ya he visto chinos negros.

MORO.– Llegamos los mejores,
los que se han atrevido a rechazar su injusta situación, 
los que se han atrevido a jugarse la vida por mejorarla, 
los que más resistimos.
Somos sangre nueva,
la sangre nueva que necesita el viejo continente.
Es sangre que se derramará,
lo sé.
Pero la que quede será suficiente.

MADRE.– Nadie dice que cuidamos ancianas, 
que recogemos aceitunas,
que pagamos impuestos...
si nos dan seguridad social.

INTELECTUAL.– Somos hijos de Caín,
no porque matemos a nuestros hermanos, sino porque Caín
fue condenado a vagar por la tierra,
y como él, vamos de un lugar a otro, errantes.
Por una razón u otra,
la humanidad siempre
ha estado en movimiento.

(Se oye, lejana, la llamada del almuédano, que desde el alminar convoca a la oración.)

LA SIT. INSOSTENIB.– Soy la situación insostenible. 
Un fantasma recorre Europa y lleva turbante.

MORO.– Nadie emigra
sin que medie el reclamo
de alguna promesa: 
Alacan, la millor terreta del mon,
Andalucía sólo hay una, la tuya,
«Cantabria seduce»,
en Girona, ningú es estrany
y en el norte dicen: ven y conócenos.
Con Mundicolor fin de semana a tu aire niños gratis en 
vuelos regulares haz una escapada fly and drive club 
tiempo libre oferta especial luna de miel ven y conoce 
el placer de viajar.
¿Quién puede rechazar un mundo 
donde llueven colores?

INTELECTUAL.– ¿Os habéis fijado en la publicidad 
de las campañas de ayuda?
Sus carteles muestran un sólo niño 
con sus grandes ojos llorosos
y su vientre hinchado.
Sólo así la compasión puede asimilar 
las cifras astronómicas.
Un sólo niño se puede salvar.
Pero cien mil nos dejan indiferentes.

MORO.– En Europa todos cantan. 
Se reúnen para cantar
en ciudades limpias y engalanadas 
a las que llega gente feliz
en coches veloces coupé
después de haber jugado al fútbol. 
Allí nadie trabaja,
todos visten Klein
y las mujeres se han anticipado
al jardín de Alá,
desvestidas por modistos
que cobran más cuanto menos visten.

CIUDADANO MEDIO.– Son más jóvenes,
más fuertes, más fecundos,
más fanáticos, más viriles
y están desesperados. 
¿Cómo no vamos a protegernos?

MORO.– Se mete en prisión
a más negros y árabes
que a blancos, dicen.
Será verdad, yo no sé.
Pero negros y árabes
tenemos mayor posibilidad
de que nos detengan.
Yo cuando oigo «¡Arriba las manos!», siempre las levanto
aunque esté entre blancos.
Sé que se refieren a mí.
Se mete en prisión
a más negros y árabes
que a blancos, dicen.
Será verdad, no sé.
Los blancos pueden pagar fianza.
Eso sí lo sé.
Europa ha presumido tanto
que nos hemos creído sus virtudes. 
También ella salió, como nosotros, 
buscando la vida.

NOVIA BLANCA.– Ese moro de mierda
pasó a mi lado
Me enseñó los dientes y me dijo: «te lamería el culo».

NOVIO BLANCO.– Eso le dijo a mi novia.
¿Y yo qué iba a hacer?
¿Dejar que la violara también?

MORO.– 
(Ahora vendado.)
Yo le sonreí. Era mi vecina
desde hacía ocho meses.
Pero nunca me miraba,
nunca me saludaba.
No quería saber quién era yo.
Pero me miraba de reojo, como todos. 
Era mi vecina, le sonreí y le dije 
Salam maleicum...

CHICA BLANCA.– «Te lameré el culo.»

MORO VENDADO.– ... que en mi idioma quiere decir 
Alá te guarde.
Ahora estoy herido y en la cárcel y solo digo «buenos días, amigo», 
pronunciando con mucho cuidado.

(Ruido seco de rejas al cerrarse.)


NIÑO.– Mi sueño seco se despeña en un abismo de agua.

(El NIÑO comienza a hundirse.)

MORO.– Burka, chador, ablación, mezquitas, 
lapidaciones, lucha de civilizaciones... 
Parece que después de derribar
las grandes torres gemelas
no tengamos otra cosa que hacer 
que venir en pateras a España.


NIÑO.– Soy un ahogado,
y estoy en el fondo del mar.
Si estoy muerto, ¿cómo puedo hablar? 
Si estoy en el agua, ¿cómo se me oye? 
¡Qué escandalosa es la muerte
cuando es muerte silenciada!

MORO.– Para mi país somos un bombardeo religioso 
sobre el territorio infiel.
Para vosotros, una cruzada inversa
con el hambre como espada.
Y nosotros, en medio, muriendo, 
asombrados de nuestra importancia.

INTELECTUAL.– La imagen romántica 
de bárbaros a caballo 
entrando en Roma
no se corresponde 
con la realidad.
Los bárbaros tardaron varios siglos 
en acabar con el Imperio de Roma. 
No hicieron nada violento.
Se limitaron a esperar,
sirviendo a la decadencia romana, 
hasta hacerse imprescindibles.

MORO.– Nos llaman los nuevos bárbaros. 

 NIÑO.– Madre, cuéntame un cuento.

INTELECTUAL.– Para evitar el desarraigo 
es preciso crear leyendas.

(Crece, de fondo, un coro que recita el Dies Irae, cada 
vez más distorsionado.)

MADRE.– El enviado de Alá el Clemente, el Misericordioso, 
lanzó a sus ángeles contra un gigante
de cinco cabezas sostenido por dos piernas como torres
y lo derribó.
Una vez humillado el infiel,
el enviado de Alá el Clemente, el Misericordioso, 
subió al paraíso y allí disfruta,
hasta que se le vuelva a necesitar.
(El caos sonoro ha ido transformándose en los contun- 
dentes compases del comienzo del «Réquiem», que cesa
bruscamente para dejar paso a la voz del almuédano, 
que pide clemencia a Alá. Y el mar hace lo que sabe y to- 
dos decimos amén.)

AMÉN
Baraka’Aláhhu Fik. Besama.
(Que Dios te lo pague. Adiós) 


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